La Universidad de Tsukuba ha desarrollado un robot pensado para enseñar a los padres primerizos los cuidados básicos que deben procurar a sus futuros bebés y para que sepan cómo reaccionar ante determinadas situaciones. Lo han llamado Yotaro:
El sistema está compuesto por un ordenador central, unos sensores que detectan los movimientos que realizan las personas que están a su alrededor, una superficie curva que hace las veces de cara sobre la que se proyectan los rasgos faciales de un bebé, unos altavoces, un tanque de agua, un pequeño motor y extremidades articuladas.
El robot puede mostrar una amplia variedad de expresiones, siendo capaz de sonreír, llorar, cerrar los ojos mientras duerme, simular que está resfriado, reaccionar a los mimos que se le profieren o quejarse cuando algo no le gusta.
La cara de Yotaro es una mezcla entre un gusiluz y un globo. Personalmente, me recuerda un poco a Damien, el niño de la película La Profecía. Teniendo en cuenta la enormidad de horas que deben haber dedicado al proyecto, creo que no les hubiera costado demasiado diseñarle un rostro menos… ¿inquietante?