Ante el arrollador éxito de YouTube, las compañías de medios tradicionales que han dominado a voluntad la creación y difusión de contenidos durante décadas se han visto contra la espada y la pared y han tenido que decidir entre plantar cara al servicio de vídeos con demandas multimillonarias o bien llegar a acuerdos con los gestores de la niña mimada de Google y aprovechar su multimillonaria audiencia para dar a conocer sus series, películas, shows o informativos.
La mayoría han optado por esta última posibilidad y están promocionando de una u otra manera sus programas en YouTube. En cambio, Viacom dejó claro desde el principio que no estaba dispuesta a ceder sus contenidos a la plataforma de Google y desde hace meses venía solicitando al buscador que eliminara todos los vídeos de su propiedad que habían sido subidos por los internautas.
Ahora, y ante la aparente falta de respuesta de Google, el holding empresarial que cuenta con canales tan conocidos como la MTV y productoras como la Paramount y DreamWorks, ha acudido a los tribunales y ha presentado una demanda en la que solicita que el buscador los indemnice con la estratosférica cifra de 1.000 millones de dólares por atentar de manera sistemática contra sus derechos de autor. Concretamente, Viacom argumenta que 160.000 vídeos de su propiedad han sido subidos a los servidores de YouTube, desde los que han sido vistos más de 1.500 millones de veces.
Veremos cómo acaba todo, aunque contrariamente a lo que pudiera parecer, nada hacer indicar que éste sea el principio de una serie de demandas multimillonarias contra YouTube, puesto que antes de comprar el servicio de vídeos, Google invirtió mucho tiempo y dinero para llegar a acuerdos con las principales productoras y discográficas norteamericanas para asegurarse en la medida de lo posible que algo así nunca llegaría a suceder.