Ya es casualidad que una tienda de fotografía que ha sido construida con adobe, el material que se obtiene al mezclar arcilla, arena y paja, se llame Photo Shop. O, quién sabe, puede que de casual no tenga nada y su propietario haya querido aprovechar el tirón del conocido programa para lograr que su comercio perdure en la memoria de aquel que casualmente se lo encuentre a su paso.
Sea como fuere, lo cierto es que hay una tienda de adobe llamada Photo Shop. A propósito: a tenor del material empleado, podría darse la curiosa circunstancia de que una licencia de Adobe Photoshop (el programa) cueste más que la propia tienda. Cosas que pasan