Hasta no hace demasiado, el principal atractivo que Geldrop, un pequeño municipio de 28.500 habitantes situado en la provincia holandesa de Brabante Septentrional, ofrecía a los visitantes que se aproximaban a sus límites se hallaba en sus molinos, monumentos como la Iglesia de Santa Brígida o sus siempre verdes campiñas.
Desde hace unos años, empero, cuenta con un nuevo reclamo que resulta especialmente atrayente para los seguidores del universo mágico creado por J. R. R. Tolkien: las calles de uno de sus barrios han sido nombradas de igual manera que los personajes y localizaciones que aparecen en El Señor de los Anillos y El Hobbit.
Así, tienen la Calle Gandalf, otra dedicada a Aragorn, a Galadriel, a Theoden, a Eomer, a Eowyn, a Arwen, a Elrond, a Thorin, a Erebor, a Durin, a Balin, a Legolas, a Bofur, a Sam, a Fangorn, a Frodo, a Saruman, a Bombadil, a Gloin, a Sam, a Isildur o a Faramir, por citar sólo unos cuantos.
Aunque realmente curioso, el caso de Geldrop no es único en el mundo. La ciudad de Davis, en California, también posee un barrio cuyas calles están dedicadas a emplazamientos y personajes de la Tierra Media como Rivendel, Gamoburgo o Elendil. Ambos sitios pasan a estar desde hoy en mi lista de lugares que tengo que visitar en el futuro