En un rancho a 300 kilómetros al suroeste de Alice Springs, una ciudad de 27.000 habitantes situada en el centro mismo de Australia, un pequeño incendio que afectaba a unos matorrales se transformó hace unos días en un espectáculo visual único cuando la diosa fortuna quiso que un torbellino tocara tierra justo en ese punto, lo que provocó que en sólo unos segundos las llamas se elevaran decenas de metros de altura y comenzaran a danzar al son del viento.
Este fantasmagórico tornado estuvo revolviéndose de un costado a otro durante aproximadamente 40 minutos, tiempo que aprovechó el cámara de la televisión local Chris Tangey para grabar las imágenes que se pueden contemplar en el siguiente vídeo y dejar para la posteridad uno de los fenómenos naturales más sorprendentes y, a la vez, que menos consecuencias ha tenido para la salud de las personas que se hallaban en los alrededores, que se han visto en los últimos tiempos.