Situado al sur de Kyūshū, el Sakurajima es un estratovolcán activo de 1.117 metros de altitud que forma parte de la península de Osumi desde 1914, cuando una gran erupción arrojó enormes cantidades de lava que acabaron por unir la isla que formaba con tierra firme. A pesar de su fiero aspecto, las fuentes calientes que emergen de sus profundidades y la gran variedad de cultivos que aprovechan sus fértiles tierras atraen cada año a unos 1,8 millones de visitantes.
Una actividad, la turística, que no está exenta de riesgos puesto que aun hoy en día el Sakurajima sigue experimentando frecuentes episodios eruptivos como el que, sin ir más lejos, tuvo lugar a finales del mes de enero y que fue captado en la fotografía que tienes sobre estas líneas.
La espectacular imagen, digna de un paisaje de Mordor, recoge el momento preciso en el que un espeluznante rayo se abre paso y toca suelo en medio de una lluvia de rocas en estado incandescente que son arrojadas con violencia hacia las laderas cercanas a la cima.