En la cordillera de las Montañas Virunga, en la República Democrática del Congo, se alza imponente el Monte Nyiragongo, un estratovolcán de 3.470 metros de altitud que ha hecho erupción más de 50 veces durante los últimos 150 años, circunstancia que ha hecho de él uno de los más activos del mundo.
Su cráter de 2 kilómetros de diámetro aloja en su interior un lago que está permanentemente repleto de lava. Es, según los expertos que lo han estudiado, el más voluminoso de su tipo que haya existido en la historia reciente, con un volumen medio de 86 millones de metros cúbicos de magma incasdencente.
La profundidad del lago varía considerablemente en función de la actividad que experimente el volcán, siendo mayor en periodos turbulentos y menor cuando la montaña atraviesa una fase tranquila. La máxima profundidad, de casi 600 metros, se registró justo antes de una erupción en enero de 1977, mientras que las mediciones realizadas recientemente indican que en estos momentos apenas si llega a los 20 metros.
La fiereza del volcán y los evidentes riesgos que conlleva su estudio no frenó a un grupo de intrépidos científicos y exploradores, que en junio del 2010 se aventuraron en su cráter y tomaron estas espectaculares fotografías del lago de lava desde su misma orilla y nos ofrecieron la oportunidad única de contemplar, casi como si estuviéramos allí, la fiereza de la indómita naturaleza y los tesoros que tutela.