Le Trung, un inventor que reside en Ontario, ha dedicado los 2 últimos años y una cantidad cercana a los 16.000 euros a diseñar y construir un ‘robot esposa’. Aiko, que es como se llama la androide, cuenta con rasgos humanos, dispone de unos sensores con los que reacciona cuando alguien la toca, es capaz de reconocer caras y puede pronunciar hasta 13.000 frases.
Todas las mañanas, cuando Lee se levanta, le lee el periódico, le limpia la casa y por la noche se sienta a su lado mientras éste cena (!?). Ahora está trabajando para conseguir que pueda desplazarse simulando la forma de caminar de las personas.
En un principio Le pensó en construir un autómata inspirado en el personaje de Star Wars C3PO que pudiera ayudar a las personas mayores, pero al final cambió de idea y se decidió por crear un robot de compañía, del que espera empezar a comercializar varios clones lo antes posible.