Durante el día de ayer, un gran tornado afectó de lleno a Hattiesburg, una ciudad de 52.000 habitantes del estado de Misisipi, y sembró el caos allá por donde pasó. Afectó severamente a incontables viviendas, arrancó árboles, destruyó mobiliario urbano, hizo trizas los coches aparcados que se interpusieron en su camino y derribó postes eléctricos, dejando sin luz a los habitantes de la población.
El poder destructor de estos fenómenos meteorológicos causa pavor a la inmensa mayoría de las personas, pero eso no impide que haya una pequeña minoría que sientan fascinación por los mismos y, cuando tienen la fortuna de toparse con uno, traten de seguir sus trayectorias, estudiar su comportamiento y grabar en vídeo cuanto acontece.
Eso es lo que hizo precisamente ayer un tipo llamado John Sibley: se montó en su coche y, cámara en mano, fue tras el tornado y grabó las imágenes que se pueden ver en el vídeo que encabeza este artículo y que retratan con crudeza las consecuencias que tuvo para Hattiesburg el paso de este gigante. Verdaderamente spectacular