Los astrónomos Vitali Nevski y Artyom Novichonok han descubierto un cometa al que han puesto por nombre C/2012 S1 que alcanzará su perihelio (el punto más cercano al Sol de su órbita) el 28 de noviembre del año que viene, cuando se situará a 1.100.000 kilómetros de la superficie del astro rey.
Las observaciones realizadas sugieren que el 1 de octubre del 2013 este cometa pasará a tan solo 10.000.000 kilómetros de Marte y el 26 de diciembre del 2013 lo hará a 60.000.000 kilómetros de la Tierra. De cumplirse las estimaciones que se manejan en estos momentos, podría alcanzar una magnitud aparente de -16. Es decir, sería bastante más brillante que la Luna llena, cuya magnitud aparente es de -12,6, pero menos que el Sol, que llega a los -26,8.
Ello haría de este cometa uno de los más memorables en la todavía breve historia de la humanidad, superando ampliamente el brillo del Hale-Bopp, que pudo ser contemplado a simple vista durante 18 meses desde el verano de 1996 hasta finales de 1997, e incluso del esperado C/2011 L4, que está previsto que se pueda observar a principios del 2013.
El descubrimiento ha sido posible gracias a las imágenes obtenidas en el Observatorio Mount Lemmon Survey y en el Pan-STARRS. Tras analizar su órbita, los astrónomos rusos creen que el C/2012 S1 viene de la Nube de Oort, que se encuentra en los límites del Sistema Solar, a casi un año luz del Sol y a un cuarto de la distancia a Próxima Centauri, la estrella más cercana a nosotros.
Actualmente el C/2012 S1 se halla en la esquina noroeste de la Constelación de Cancer y posee una magnitud de +18. Si los cálculos efectuados hasta el momento se demuestran correctos, a finales del verano del 2013 se podrá observar con telescopios y a principios de noviembre ya será posible admirarlo a simple vista. El máximo brillo lo alcanzará a finales de ese mismo mes y permanecerá visible en el cielo nocturno hasta mediados de enero del 2014.
A tenor de los datos expuestos, si se cumplen las predicciones podemos estar ante un acontencimiento de esos que se viven una vez en la vida. Sólo de pensar que durante unos días, cuando levantemos la vista hacia el cielo, podremos ver un objeto con un brillo superior al de la Luna llena se me ponen los pelos de punta