IBM, Apple, Disney, Warner Bros, Discovery o Paramount retiraron la semana pasada sus campañas publicitarias de Twitter (X) después de que se descubriese que sus anuncios habían aparecido al lado de tuits racistas y de enaltecimiento del nazismo.
A medida que pasan los días, el éxodo de grandes empresas parece que no sólo no remite, sino que va a más. La última en abandonar esta red social ha sido Ubisoft, que ha dejado de mostrar publicidad de Assassin’s Creed Nexus VR, el nuevo videojuego de realidad virtual que ha lanzado para los visores de realidad virtual Meta Quest 2.
Esta desbandada de anunciantes, especialmente si se mantiene en el tiempo, puede tener consecuencias graves para las arcas de Twitter (X). La situación ha llegado a tal punto que la compañía ha presentado una demanda contra la organización de consumidores Media Matters que destapó el escándalo.
La denuncia reconoce que los hechos se han producido, pero acusa a Media Matters de distorsionar la probabilidad de que los anuncios aparezcan junto a contenidos de carácter extremista y alega que la metodología utilizada en su informe no es representativa de cómo las personas interaccionan con esta plataforma.
Está por ver si esta batalla legal tendrá recorrido. Lo único claro a estas horas es que Twitter va a tener que comprometerse de una vez por todas a poner freno a la proliferación de contenidos extremistas si quiere que las multinacionales que están huyendo despavoridas den marcha atrás y traigan de vuelta sus multimillonarias inversiones publicitarias.