Quien más, quien menos, me imagino que la mayoría habremos echado alguna que otra vez una partidita al Street Fighter II. En mi caso, he de reconoceros que en su momento me tiré horas y horas y más horas jugando tanto a la versión para recreativas como, sobre todo, a la adaptación que salió para Super Nintendo a principios de los ’90 y me lo pasé con todos los personajes habidos y por haber.
El caso es que, a pesar del rotundo éxito que cosechó en todo el mundo, siempre me ha llamado la atención que casi nadie haya jugado o siquiera haya visto imágenes del videojuego que dio origen a la saga, Street Fighter. Porque, obviamente, Street Fighter II se tituló así porque antes hubo un Street Fighter I (¡capitán Obvious al rescate!).
El Street Fighter original apareció en 1987 de la mano de Capcom para las máquinas recreativas de la época. Fue el primer videojuego de lucha en utilizar 6 botones para golpear y, aunque pasó desapercibido, introdujo algunas de las combinaciones de golpes que tan famosas se harían con su sucesor como los Hadoken y Shoryuken de Ryu y Ken, los 2 únicos personajes que, por otra parte, se podían seleccionar.
Al igual que en Street Fighter II, los combates transcurrían en distintas partes del mundo y el jugador disponía de 30 segundos para vencer a su enemigo. Si lo hacía en 2 ocasiones, pasaba a la siguiente ronda. El sistema, como véis, era prácticamente igual al del SFII.
Al comenzar la partida, el jugador podía escoger el país en el que se desarrollaría la primera lucha: las posibilidades eran Japón, Estados Unidos, China e Inglaterra. Una vez escogido el territorio, se debía luchar contra los 2 oponentes que representaban a cada nación. El elenco de personajes estaba compuesto por los referidos Ryu y Ken más Retsu, Geki, Joe, Mike, Lee, Gen, Birdie, Eagle, Adon y Sagat. Éste último era el enemigo final.
Si os fijáis en los vídeos que tenéis más abajo, en Street Fighter Sagat no tiene la cicatriz característica que sí luce en Street Fighter II. Y es que, no es hasta que Ryu lo vence en el último combate cuando le deja la marca que ya veríamos en SFII.
Os dejo con una partida completa a Street Fighter que he encontrado en YouTube para que contempléis con vuestros propios ojos cómo lucía el videojuego. Veréis que si se conseguían dominar los ataques especiales era bastante fácil acabar con los enemigos, ya que los referidos Hadoken y Shoryuken eran prácticamente indefendibles y en ocasiones podían quitar toda la barra de energía del oponente de un sólo golpe.
Un dato curioso para acabar: en 1988 apareció una versión de este videojuego para Turbografx (o PC Engine, como se la conocía en Japón). Lo raro del caso es que Hudson decidió llamarlo Fighting Street en lugar de Street Fighter. Gráficamente no era tan vistoso como su hermano mayor para recreativas, pero mantenía un nivel más que aceptable. Lástima que más adelante no saliera para otras consolas como Megadrive o SNES