Internet Explorer 7 va camino de batir un récord, y no positivo precisamente. Por mucho que cueste de creer, Secunia ha publicado que acaban de descubrir una nueva vulnerabilidad que si es explotada puede dar lugar a casos de spoofing. Esto es, imitar el aspecto de otras webs con el objetivo de engañar a los internautas que la visitan y robarles datos personales.
Nos encontramos, nada más y nada menos, que ante el tercer fallo de seguridad que se detecta en Internet Explorer 7 desde que fuera presentado a bombo y platillo hace poco más de 10 días. El primero de ellos apareció apenas 24 horas después de su lanzamiento, y permite conseguir información personal de los usuarios de este navegador. El segundo bug se descubrió el 26 de octubre y en caso de ser explotado por desaprensivos podría permitirles realizar ataques de phishing contra quienes surfeen la Red con IE 7.
A estas horas, más de un directivo en Microsoft debe estar subiéndose por las paredes ante la poca consistencia que está demostrando Internet Explorer 7. Y es que se trata de un navegador que en teoría había sido diseñado para garantizar en la medida de lo posible la seguridad de las personas que lo utilicen, pero que a la hora de la verdad está demostrando ser un auténtico coladero. A este paso aún hará bueno a sus antecesores.