Spy Kids

En Hong Kong están decididos a acabar con la piratería como sea, aunque para ello tengan que poner a trabajar a chavalines de 9 años. Lo último que se les ha ocurrido es iniciar una campaña llamada ‘Youth Ambassadors’ en la que 200.000 niños se encargan de espiar lo que hacen los internautas de la ciudad-estado asiática y avisan a las autoridades en caso de que pesquen a alguien bajándose películas, canciones o cualquier otro tipo de material sujeto a derechos de autor.

La legislación de Hong Kong establece penas de prisión para quienes distribuyen este tipo de contenidos a través de Internet, así que los niños tienen más peligro que un mono con una gillette.

Asociaciones de defensa de los derechos humanos han puesto el grito en el cielo y han criticado que los politicuchos de Hong Kong utilicen a niños para beneficiar a las discográficas y a la industria cinematográfica. Ni que decir tiene que de nada han servido sus quejas, puesto que los impulsores de esta medida tienen muy claro que lo primero es lo primero (o sea, favorecer a sus amiguetes).

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