El camino está siendo tortuoso, las dificultades incontables y las negociaciones extremadamente complejas, pero todo hace indicar que, esta vez sí, Spotify está muy cerquita de llegar a Estados Unidos. Un desembarco el suyo que se ha postergado varios años debido a que las grandes discográficas siempre se habían negado a cederle los derechos de explotación de la música de sus artistas, ya que prefieren el modelo de iTunes en el que las canciones y los álbumes se deben comprar para poder ser escuchados.
Esta postura absolutamente contraria al streaming gratuito con anuncios publicitarios intercalados entre las canciones que ha popularizado Spotify dio un vuelco el mes pasado después de que cerraran un acuerdo con Sony Music gracias al cual van a poder ofrecer los trabajos de los grupos y solistas que tiene firmados este sello en EEUU. La noticia, largamente esperada, significaba un paso adelante muy importante para la empresa sueca, pero no era definitivo, dado que antes de lanzarse al ruedo estadounidense necesitaban contar con el beneplácito de Universal Music, la mayor disquera del mundo, y a ser posible también de Warner Music o bien de EMI.
En los últimos 30 días no se había vuelto a saber nada de las negociaciones hasta que hace unas horas se ha dado a conocer que EMI también ha dado el sí a Spotify. Tras esta firma, la empresa sueca se asegura un amplio catálogo de grupos y solistas que ofrecer a los internautas de EEUU, entre los que se encuentran gente como David Bowie, Mariah Carey, The Chemical Brothers, Coldplay, Gorillaz, Lady Antebellum, Paul McCartney, Kylie Minogue, Katy Perry, Radiohead, Queen, The Rolling Stones, Avril Lavigne, Beyoncé, Bob Dylan, Britney Spears, Bruce Springsteen, Christina Aguilera, Jimi Hendrix, Ke$ha o Michael Jackson. Su llegada a tierras del tío Sam está, pues, muy próxima a convertirse en realidad.