En cuestión de unos años, Nintendo ha pasado de vivir una época dorada en la que la NDS y la Wii cubrían sus arcas con montañas billetes a una travesía por el desierto a la que no se atisba final feliz a corto plazo debido a las irrisorias ventas que está cosechando la Wii U. Tras registrar su tercer ejercicio con pérdidas de manera consecutiva, la empresa japonesa se ha visto obligada a tomar decisiones tan poco habituales en su estrategia empresarial como cerrar sus oficinas europeas en Alemania para recortar costes.
Como indicaba en el párrafo anterior, la difícil situación por la que atraviesa no tiene visos de mejorar en los próximos meses. Muestra de ello son los datos que se acaban de hacer públicos, según los cuales en el transcurso del último año fiscal Sony ha vendido más consolas que Nintendo por primera vez en los últimos 8 años.
Concretamente, Sony Computer Entertainment ha distribuido 18,7 millones de consolas en los últimos 12 meses. El excelente recibimiento que ha obtenido la PS4, de la que ya se han comercializado más de 7 millones de unidades, ha compensado el descenso en ventas de la PlayStation Vita, que no levanta cabeza.
Mientras tanto, Nintendo sólo ha movido 16,31 millones de consolas, lo que supone un descenso del 31% respecto a los resultados del año anterior. Y lo peor para la multinacional con sede en Kioto es que no sólo la Wii U está registrando cifras de negocio paupérrimas, sino que la N3DS también está dando síntomas de debilidad por primera vez desde su lanzamiento.
Microsoft por su parte ha crecido un 16% internanual hasta los 11,6 millones de consolas distribuidas gracias especialmente a la llegada de la Xbox One que, aunque no se está vendiendo tan bien como la PlayStation 4, sí que ha mejorado los números que la Xbox 360 obtuvo en el mismo periodo del pasado ejercicio.