La mala situación económica por la que atraviesa Sony puede acabar propiciando que se desprenda de sus divisiones de televisores y de telefonía móvil. Así lo han confirmado fuentes próximas al gigante japonés, que según los analistas perderá casi 2.000 millones de dólares en el año fiscal que finaliza el 31 de marzo y no pagará dividendos a sus accionistas por primera vez.
De consumarse las ventas, no serían las primeras de este tipo que realiza Sony en los últimos tiempos. Acuciada por las deudas, el año pasado no tuvo más remedio que ceder la marca Vaio a un fondo de inversión y despedir a 5.000 trabajadores, que se sumaron a los más de 10.000 que se recortaron el ejercicio anterior cuando Kazuo Hirai asumió el mando de la compañía.
A pesar de su fama y de poseer líneas de productos tan reconocidas como la marca Bravia, lo cierto es que la división de televisores lleva años en números rojos y, lo que es peor, no se atisba en el horizonte un cambio de tendencia próximo. No es demasiado diferente el caso del segmento de smartphones, que un año más ha experimentado fuertes pérdidas a pesar de haber introducido modelos aclamados por la crítica especializada como el Xperia Z3 y el Xperia Z3 Compact.
Aunque Sony es conocida principalmente por sus productos electrónicos, lo paradójico es que su principal fuente de ingresos procede de negocios alejados de las nuevas tecnologías.En la última década, Sony Pictures, Sony Music y, especialmente, su aseguradora Sony Life han sido las divisiones que más dinero han aportado al entramado de esta multinacional que posee tentáculos en una gran variedad de sectores de la economía.
De la multitud de gadgets que comercializa, sólo las consolas PlayStation han obtenido beneficios de manera estable en el tiempo. Y para alivio de Sony, la PS4 no sólo está siguiendo la senda marcada por sus predecesoras sino que va camino incluso de superarlas. Prueba de ello es que en los 14 meses que han transcurrido desde su lanzamiento se han comercializado 18,1 millones de unidades, casi igual que las ventas conjuntas de sus dos rivales, la Xbox One y la Wii U.