Lo confieso. Si hace un año, semanas antes de que se pusieran a la venta la PlayStation 3 y la Wii en Japón y Estados Unidos, alguien me hubiera preguntado cuál de estas 2 consolas iba a venderse más, mi respuesta habría sido rotunda: la PS3. La mía y la del 99% de vosotros, no lo neguéis. Todos -o casi todos- dábamos por hecho que la PlayStation 3 iba a arrasar de igual manera que sucedió con la PS1 y la PS2, dejando a Xbox 360 y Wii en un segundo y discreto plano a años luz de la supuestamente más avanzada máquina de Sony.
Visto con un poquito de perspectiva, no cabe duda que quienes apostamos por el éxito de la PS3 nos cubrimos de gloria. Wii es, sin ningún genero de dudas, la gran triunfadora de la batalla por hacerse con el trono de las next-gen. La apuesta que hizo Nintendo por una consola anticuada en lo técnico pero innovadora en el modo de juego ha atraído, y de qué manera, tanto a los aficionados a los videojuegos como a los que no lo son tanto y ha llenado, aún más si cabe, sus repletas arcas.
Por su parte, Microsoft está consiguiendo consolidar la Xbox 360 gracias a un excelente catálogo de juegos y al buen funcionamiento del Live, su reputado sistema de juego online. Las ventas, sin llegar al nivel superlativo de la Wii, se están asentando y la base de jugadores es ya de más de 10 millones.
Mientras tanto, la PS3 no levanta cabeza. Su elevadísimo precio, un catálogo de videojuegos escaso, la falta de algún título rompedor que atraiga a sus potenciales compradores y la fuerte competencia de sus rivales dentro del sector han convertido a esta consola en un fracaso absoluto en ventas. No solo se vende menos que la Wii o la Xbox 360: es que en Japón rara es la semana que consigue superar en ventas a la antigua PlayStation 2.
Ante tal desaguisado, a Sony no le ha quedado más remedio que afrontar la cruda realidad y aceptar que o rebajaba el precio de su sistema o no tendría nada que hacer. De ahí que este pasado fin de semana haya anunciado a través de una nota de prensa que a partir del 10 de octubre pondrá en circulación una nueva versión de la PS3 con 40 GB de disco duro por 399 euros, 200 menos que el modelo actual.
Se trata de una PlayStation 3 capada, con menos disco duro, menos puertos USB disponibles, sin ningún puerto para conectar múltiples tarjetas de memoria y que no es compatible con los juegos de PS2. Todo sea por abaratar el precio de fabricación de la consola y hacerla más asequible a los bolsillos de sus potenciales compradores.
Sony también ha anunciado una rebaja sustancial en el precio del ‘Starter Pack’, compuesto por una PS3 de 60 GB, 2 mandos Sisaxis y 2 juegos, que ahora pasa a costar 499 euros, 100 menos que hasta la fecha.
¿Servirán estas bajadas de precio para impulsar las ventas de la consola ahora que se acercan las Navidades? Si no viene acompañada de más y mejores juegos, lo dudo. Almenos en Estados Unidos y Japón, los 2 mercados donde peor se está vendiendo.
Actualización: Tal y como indica Carlos en los comentarios, el precio del ‘Starter Pack’ se mantendrá sólo hasta que se agoten las existencias actuales. Una vez llegados a ese punto, el único modelo de PS3 que se venderá en Europa será el de 40 GB.