Una extensa investigación llevada a cabo durante 6 años por un equipo internacional de biólogos en 11 países del África Occidental ha puesto de relieve una realidad descorazonadora: en la actualidad sólo quedan 406 ejemplares de león en esta región del planeta, de los cuales apenas 250 están en edad reproductiva.
Hasta la fecha se creía que la distribución de esta gran felino era mucho más amplia y abarcaba hasta 21 áreas protegidas, pero la publicación de este estudio ha atestiguado que actualmente sólo está presente en 4 de esos reductos. Una de esas reservas, la de W-Arly-Pendjari, cuenta con unos 350 ejemplares, 200 de los cuales son adultos, mientras que en las otras 3 se estima que hay menos de 50 leones.
La situación es alarmante dado que la extrema pobreza de estos estados no permite que haya programas de protección dotados de los presupuestos necesarios para asegurar la supervivencia de la fauna salvaje ni que se ponga freno a la progresiva ocupación de los hábitats por parte de los pastores locales, que llevan a sus ganados a alimentarse a esas tierras.
Un punto este último de gran trascendencia dado que los vaqueros cazan y envenenan a los leones que se hallan en la misma zona que sus reses para protegerlas de posibles ataques y suponen un nuevo frente para una subespecie que se encuentra en peligro crítico de extinción.
El león del oeste de África (Panthera leo senegalensis) es una subespecie de león de tamaño mediano cuyos machos adultos alcanzan un peso de entre 175 y 210 kilogramos. En comparación, sus conocidos parientes del centro y sur de África llegan a pesar hasta 250 kilogramos y se calcula que quedan unos 35.000 en libertad.