Si se realizase una encuesta a nivel planetario en la que se preguntase a ciudadanos de los cinco continentes de qué color es el agua, estoy convencido de que la mayoría contestarían que transparente. Sería la respuesta lógica, puesto que el agua que sale del grifo o la que bebemos embotellada es incolora.
Pero entonces, ¿por qué los mares, océanos, lagos e incluso las piscinas son azules? Una teoría muy extendida señala que se debe a que reflejan en su superficie el color del cielo. Aunque es cierto que este fenómeno se produce, no es la causa de su color. Para refutar este razonamiento basta con fijarse en que el agua de las piscinas cubiertas es igual de azul que el de las que se hallan al aire libre.
Entonces, ¿a qué se debe su color? Pues sencillamente a que el agua no es transparente sino azul. ¡¿Cómo?! En efecto, aunque pueda costarte de creer, el agua no es incolora. Es de color azul. Trataré de explicarme:
Cuando las ondas electromagnéticas de la luz visible chocan con partículas que tienen un tamaño inferior al de su longitud de onda, se produce la separación de las distintas frecuencias que conforman la luz. Este fenómeno es conocido en física como Dispersión de Rayleigh.
Las moléculas del agua, y tal y como se puede ver en la gráfica que tienes bajo estas líneas, absorben la mayoría de frecuencias del espectro visible a excepción de los rangos en los que se hallan los tonos azulados, que son reflejados. Es el motivo que explica que su color sea azul.
Pero, entonces, ¿por qué el agua embotellada o la que sale del grifo es transparente? Debido a que los choques de las ondas de la luz visible con las moléculas de un material (en este caso el agua) a los que me he referido antes aumentan cuanto mayor es el espesor del objeto que atraviesan.
De ahí que cuando la luz atraviesa pequeñas concentraciones de agua la dispersión sea escasa y la veamos transparente. En cambio, al crecer la profundidad del agua observamos cómo también lo hace la intensidad de su color azul turquesa. En la siguiente fotografía se puede apreciar la variación en la tonalidad que se produce conforme nos alejamos de la línea de la costa: