Unos días después de que el iPhone 6 Plus se pusiese a la venta en septiembre del año pasado, un vídeo subido a YouTube en el que se mostraba cómo una persona normal podía doblar con sus propias manos el flamante smartphone de Apple creó una enorme polémica e hizo estallar el conocido como caso «bendgate».
A raíz de la grabación y de los casos que salieron a la luz pública las siguientes semanas en los que se hacía referencia a unidades que se habían doblado al llevarlas en los bolsillos de los pantalones, no fueron pocos los que se preguntaron si Apple había ido demasiado lejos en su afán por crear un dispositivo extrafino y no había tenido en consideración su resistencia.
La compañía negó en todo momento que se tratase de un problema generalizado e indicó que tras vender millones de terminales sólo había recibido nueve quejas de usuarios afectados por este contratiempo. Parece que no le faltaba razón, puesto que tras la controversia inicial no surgieron nuevos casos y el tema se fue olvidando paulatinamente hasta el momento actual, en el que ya pocos se acuerdan del mismo.
Pero hete aquí que, ante la inminente llegada del Samsung Galaxy S6 y el Samsung Galaxy S6 Edge, dos smartphones que tienen en común con el iPhone 6 Plus sus acabados metálicos y un diseño súperfino que apenas si llega a los 7 milímetros de grosor, ha habido quien se ha preguntado si también se pueden doblar con las manos o al llevarlos en el bolsillo del pantalón.
Fruto de esta curiosidad ha surgido el siguiente vídeo, en el que se ha sometido al Samsung Galaxy S6 Edge al mismo tipo de prueba de resistencia a la que se enfrentó el iPhone 6 Plus y se ha comprobado si una persona normal, sin la ayuda de ningún instrumento adicional, puede doblarlo o no con la fuerza de sus manos:
Como se puede observar en el vídeo, parece evidente que Samsung tomó buena nota en su momento de lo que le sucedió a Apple con el iPhone 6 Plus y ha diseñado unos smartphones que no se curvan fácilmente.