El pasado 24 de agosto, un jurado estadounidense conformado por 9 miembros dictaminó unánimemente que Samsung había infringido 7 patentes de Apple relacionadas con el diseño y las funcionalidades del iPhone, desestimó las demandas que a su vez había interpuesto la multinacional coreana contra la compañía de la manzana y le obligó a pagar una astronómica multa de 1.049 millones de dólares.
La sentencia ha tenido una amplísima cobertura mediática, especialmente en territorio norteamericano, debido a la repercursiones que puede tener en el futuro comercial de determinados smartphones de Samsung en Estados Unidos y por el auténtico varapalo que dicha resolución ha supuesto para los intereses del gigante asiático.
Pero si alguien pensaba que la batalla judicial entre estos colosos empresariales había llegado a su fin estaba muy equivocado. Sin ir más lejos, hace unas horas se ha filtrado a la prensa surcoreana que Samsung, aprovechando las numerosas patentes que posee en relación con la tecnología LTE, va a llevar nuevamente a los tribunales a Apple en Estados Unidos.
Y para ello se va a escudar en que el iPhone 5, que será presentado mañana en San Francisco, hará uso con toda probabilidad de este estándar de telecomunicaciones que ofrece bajas latencias y velocidades de conexión muy elevadas a través de dispositivos móviles como smartphones o tablets.
Fuentes próximas a Samsung han revelado que la compañía tiene la intención de interponer sucesivas demandas contra Apple relacionadas con esta funcionalidad del iPhone 5 no sólo en Estados Unidos sino también en Canadá y en todos aquellos países europeos que en la actualidad disponen de cobertura 4G, como Alemania, Suecia, Noruega, Finlandia, Holanda, Austria o Portugal.