Las empresas distribuidoras con las que colabora Samsung tienen más de 50 millones de smartphones de la compañía asiática acumulados en sus almacenes sin vender. Fuentes conocedoras de la situación indican que la serie de móviles de gama media Samsung Galaxy A representa una parte muy significativa de estas enormes reservas.
Samsung informó a finales del año pasado que sus previsiones para el 2022 pasaban por vender 270 millones de unidades. Con esos cálculos encima de la mesa, tanto en enero como en febrero fabricó 20 millones de smartphones, pero la baja demanda ha provocado que en los meses siguientes haya rebajado esa cifra a la mitad.
Dicha medida no parece haber sido suficiente y a día de hoy se encuentra con decenas de millones de smartphones a los que no consigue dar salida. Ante una coyuntura tan desalentadora, y con una demanda muy por debajo de lo esperado, Samsung se ha visto forzada a disminuir los pedidos de componentes a sus proveedores entre un 30% y un 70%.
La semana pasada se conoció que Europa había registrado las peores cifras de venta de smartphones de la última década. Faltaba por saber si esos resultados eran aislados y se circunscribían únicamente a dicha región o si nos encontrábamos ante un fenómeno global. La noticia de hoy parece confirmar la última opción.
Ya sea por la subida generalizada de precios que se experimenta en buena parte del mundo, la guerra en Ucrania, los confinamientos por la pandemia que todavía se viven en algunos países o por una mezcla de estas y otras causas, lo cierto es que parece confirmarse que las ventas de smartphones están cayendo con fuerza. Veremos si se trata de una situación puntual o si persiste en el tiempo.