Tras 14 años consecutivos siendo el mayor fabricante mundial de teléfonos móviles, Nokia ha cedido su cetro a Samsung, que de la mano de smartphones como el Galaxy S3 y phablets como el Galaxy Note 2 ha completado su ascenso a los altares, confirmando que en estos momentos es la compañía de referencia por volumen de ventas.
Lo cierto es que hacía años que Nokia había dejado de ser el líder global en el segmento de los smartphones, pero las excelentes ventas que sus teléfonos de gama baja destinados a países emergentes han tenido siempre les habían permitido mantener la primera plaza. Ahora ya ni eso.
Según los datos que obran en poder de la empresa IHS, en el último año Samsung ha pasado de tener una cuota de mercado del 24% al 29% actual, mientras que en ese mismo periodo Nokia ha experimentado una bajada del 30% al 24%. En una cómoda tercera posición se encuentra Apple, que ha continuado creciendo y va a acabar el 2012 con un 10% de las ventas totales de móviles. La cuarta plaza es para ZTE, que se mantiene firme en el 6% y la quinta para LG, que baja del 6% del 2011 al 4% actual.
Eso por lo que hace referencia a las ventas totales de terminales. Si prestamos atención específicamente a las de smartphones, vemos cómo el panorama es especialmente sombrío para los intereses de Nokia. Tal y como se puede ver en el cuadro que hay bajo estas líneas, Samsung es la gran dominadora con un 28% de cuota de mercado, mientras que Apple se sitúa a continuación con un 20%.
A mucha distancia encontramos a la compañía finlandesa, con un triste 5%, cayendo desde el 16% que ostentaba en el 2011. Pisándole los talones se halla HTC, también con un 5%, el mismo porcentaje del que dispone otro gigante en horas bajas como RIM.
Las malas noticias no acaban ahí para Nokia, puesto que si se cumplen las previsiones que los analistas apuntan para el 2013, su posición en el mercado se va a debilitar aun más si cabe. La razón de esta debacle anunciada hay que buscarla en los smartphones.
Es, con diferencia, el segmento de la telefonía que más está creciendo. En el presente ejercicio las ventas han aumentado un 35,5%, mientras que las de los terminales simples, aquellos en los que Nokia es más fuerte, sólo lo han hecho un modesto 1%. Este rápido aumento ha llevado la penetración de los teléfonos inteligentes hasta el 47%, cuando en el 2011 fue de un mucho más modesto 35%.
Es decir, que casi la mitad de los móviles que se venden en la actualidad son smartphones, un porcentaje que va a seguir yendo a más en los próximos años. Más le vale a Nokia ponerse las pilas y sacar, de una vez por todas, un Lumia verdaderamente rompedor si quiere, poco a poco, invertir una tendencia que en el último quinquenio la ha llevado al ostracismo.