Desde hace semanas se sabía que Samsung desvelaría hoy el diseño y las características técnicas más destacadas del Galaxy Note 4, de manera que su presentación no ha cogido a nadie por sorpresa. Todo lo contrario ha sucedido en cambio con el flamante Galaxy Note Edge, un novedoso smartphone que se sitúa en lo alto de la gama del fabricante surcoreano y que destaca sobremanera por su pantalla con un borde curvo.
A nivel técnico, el Samsung Galaxy Note Edge comparte prácticamente las mismas especificaciones que el Galaxy Note 4. Así, posee una pantalla Quad HD+ Super AMOLED de 5,6 pulgadas con una resolución de 2560 x 1440 píxeles, un procesador de cuatro u ocho núcleos en función del mercado en el que se comercialice, 3 GB de memoria RAM, idénticos acabados metálicos, una cámara trasera de 16 megapíxeles, otra frontal de 3,7 de megapíxeles, un S Pen y el sistema operativo Android 4.4 KitKat.
Sus dimensiones son de 151,3 x 82,4 x 8,3 milímetros y su peso es de 174 gramos. Pero el punto que convierte al Galaxy Note Edge en un dispositivo único, diferente al resto, es la curvatura que posee la pantalla en su parte derecha. Es muy pronunciada y confiere al conjunto un diseño asimétrico que llama la atención de cualquiera que le eche un vistazo.
Además, Samsung ha retocado a conciencia el software que ejecuta este smartphone para sacar provecho de esta superficie curva. La ha convertido en una barra de herramientas con accesos directos a aplicaciones de uso frecuente y alertas en la que también se pueden ejecutar widgets de manera independiente del resto de la pantalla.
No es sólo un truco publicitario para atraer a los consumidores, sino que si es usado correctamente puede aportar una funcionalidad extra al terminal. Samsung ha conseguido que el Galaxy Note Edge tenga dos pantallas en una sola, puesto que puede mostrar contenidos completamente diferentes al mismo tiempo en uno y otro lado.
Por la noche, por ejemplo, se puede configurar para que en el borde curvo se muestre un reloj con la hora mientras el resto de la pantalla está apagada y no consume energía. Como puedes ver, el concepto es ciertamente atrayente, aunque no será hasta que el smartphone se ponga a la venta y los desarrolladores comiencen a crear aplicaciones para esta pantalla adicional que podremos saber si es realmente eficaz o no.
El Samsung Galaxy Note Edge se pondrá a la venta antes de fin de año en colores blanco y negro. El precio no se ha dado a conocer aunque a buen seguro que será elevado.