Microsoft Research, una división de Microsoft que emplea a más de mil científicos e ingenieros y que se centra en el desarrollo de tecnologías vanguardistas, nos sorprende cada cierto tiempo con la presentación de proyectos brillantes e innovadores que, las más de las veces, carecen de un enfoque comercial claro.
RoomAlive es el último ejemplo de ello. Se trata de una prueba de concepto que utiliza una serie de cámaras equipadas con sensores de profundidad (Kinect) junto con un sistema de proyectores para inspeccionar la sala en la que se halla y crear un modelo en 3D de la misma.
Una vez completa el mapeo de la habitación en cuestión, es capaz de convertir sus paredes en un escenario sobre el que proyecta imágenes y personajes con los que se puede interactuar. Dicho en otras palabras: los matemáticos, físicos y programadores de Microsoft Research han implementado una tecnología que permite transformar una sala cualquiera en la pantalla de un videojuego.
Tal y como se puede observar en el vídeo que tienes justo arriba, los jugadores pueden golpear, pisar o disparar a los enemigos virtuales que van apareciendo por cualquier rincón de la estancia. RoomAlive traslada, en definitiva, la experiencia que hasta ahora sólo se puede disfrutar entre los confinados límites de la pantalla de un televisor o un monitor a toda una habitación.
Las posibilidades de esta tecnología son incontables, pero desgraciadamente es inviable que se convierta en un producto comercial a corto o medio plazo debido a sus altos costes y a la compleja instalación que requiere. Sus creadores confían, en cambio, en que los avances que incorpora sirvan de base para que en el futuro, cuando los avances tecnológicos lo permitan, se creen dispositivos similares que permitan interactuar con objetos físicos en espacios tridimensionales.