El estudio de desarrollo Riot Games, conocido por estar detrás del videojuego League of Legends, ha anunciado que va a despedir 530 trabajadores, que equivalen al 11% de su plantilla. Esta polémica decisión era, según la compañía, «necesaria» y no se ha tomado para contentar a los accionistas.
En una carta abierta publicada en su web, Riot Games ha expuesto que, de ahora en adelante, va a publicar menos juegos y a priorizar aquellos que tengan un mayor impacto en sus cuentas de resultados para avanzar hacia un futuro que sea más sostenible económicamente.
Así las cosas, sus equipos de diseñadores se van a centrar en el desarrollo de League of Legends, Valorant, Teamfight Tactics y Wild Rift, los títulos que poseen una base de jugadores más amplia y que más ingresos le reportan. A tal efecto, van a seguir recibiendo actualizaciones frecuentes con nuevos contenidos y modos de juego.
Como tantas otras compañías tecnológicas han hecho previamente cuando han efectuado una ronda de despidos, Riot Games ha incidido en que su plantilla se ha más que doblado en los últimos años. Unas contrataciones que se produjeron bajo la premisa de unas previsiones de ingresos que finalmente no se han hecho realidad, motivo que les ha llevado ahora a realizar estos «ajustes» de personal que van a dejar sin trabajo a 530 profesionales.
Entre las medidas adoptadas para reducir el capítulo de gastos también se encuentra el cierre de Riot Forge, una editorial que abrió sus puertas en 2019 para asociarse con pequeños estudios de desarrollo externos para que creasen juegos basados en la franquicia League of Legends.