Qualcomm está diseñando, en colaboración con Google, el primer chip basado en la arquitectura RISC-V creado específicamente para ser utilizado a gran escala en relojes inteligentes y otros dispositivos similares que operan bajo el sistema operativo Wear OS.
El fabricante estadounidense ha apuntado que este marco de actuación allanará el camino en el futuro para desarrollar procesadores hechos a medida que ofrezcan un alto rendimiento y un bajo consumo de energía.
Para quienes todavía no sepáis qué es RISC-V, se trata de una arquitectura libre y abierta que se fundamenta en un conjunto de instrucciones reducido. Su mayor ventaja es que, a diferencia de lo que sucede con ARM, cualquier empresa puede diseñar y vender chips sin tener que abonar ni un céntimo en concepto de derechos de autor.
La popularidad de RISC-V ha aumentado recientemente por cuestiones tanto económicas como políticas. Para empezar, China ve en esta tecnología una posible solución a la guerra comercial que mantiene con Estados Unidos y que ha propiciado una limitación de las importaciones de chips diseñados en territorio norteamericano.
Pero, además, ARM lleva tiempo incrementando significativamente las tarifas que cobra a las empresas que hacen uso de su tecnología. Algo que, no hace falta decirlo, no ha sido del agrado de Qualcomm, que es con diferencia el mayor fabricante mundial de chips basados en la arquitectura ARM.
Este proyecto puede ser una primera piedra de toque para explorar las posibilidades comerciales que ofrecen los diseños RISC-V. Que nadie se engañe, eso sí. Harán falta años y una inversión masiva para que esta tecnología pueda competir de tú a tú con los chips ARM actuales, no sólo en cuanto a prestaciones, sino también a nivel de compiladores, librerías y demás herramientas imprescindibles para poder sacar el máximo partido a sistemas operativos como Android.