Parece que fue ayer, pero ya han pasado 6 años largos desde que la NASA consiguió que Spirit aterrizara en Marte. Desde entonces, este pequeño vehículo de 6 ruedas propulsado por energía solar ha cumplido una serie de objetivos científicos tales como explorar la superficie en busca de rocas que pudieran indicar la anterior presencia de agua en el planeta rojo, comprobar la distribución y composición de minerales de las zonas cercanas al punto de aterrizaje, determinar los procesos geológicos que se han dado en esa región o calibrar y validar las observaciones realizadas por los instrumentos de la Mars Reconnaissance Orbiter.
Pero también nos ha proporcionado estampas nunca antes vistas de Marte. Unas imágenes capaces de dejar con la boca abierta a cualquiera que las contemple. Tal es el caso de la espectacular puesta de sol que tomó el 23 de abril del año 2005 desde el Cráter Gusev.
Impresionante, ¿no creéis?