La entrada en vigor del Reglamento de Mercados Digitales de la Unión Europea el próximo mes de marzo está provocando que los gigantes tecnológicos estén llevando a cabo una serie de cambios en la manera en que gestionan sus plataformas online que hace años habrían sido impensables.
Apple, por ejemplo, no va a tener más remedio que permitir que los desarrolladores puedan distribuir sus apps desde tiendas alternativas a la App Store y que utilicen sistemas de pago diferentes al de la compañía de la manzana si así lo desean.
Por si eso fuera poco, ahora Google ha informado de que, en las próximas semanas, mostrará un banner a los ciudadanos europeos en el que les solicitará su consentimiento para que servicios como YouTube, Google Play, Google Maps, Chrome o su plataforma publicitaria puedan seguir compartiendo sus datos de navegación.
Pronto incluirá también un menú en los smartphones Android en el que se ofrecerá la posibilidad de cambiar el motor de búsqueda y el navegador predeterminado. De esta manera, los usuarios que se conecten desde un país miembro de la Unión Europea podrán instalar fácilmente otro buscador o utilizar por defecto Firefox en lugar de Chrome.
Hay que remarcar que tanto Apple como Google están implementando estos cambios a regañadientes. El buscador, por ejemplo, ha señalado que la Ley de Mercados Digitales podría tener efectos no deseados y reducir las opciones disponibles para las personas y negocios que se hallen en Europa.
Algo difícil de creer teniendo en cuenta que esta normativa ha sido concebida precisamente para limitar el poder de las multinacionales tecnológicas y dar la oportunidad a empresas más pequeñas de hacerse un hueco en este sector tan competitivo.