Esta semana han comenzado en el Juzgado de Instrucción nº 2 de A Coruña 16 juicios contra otros tantos abonados de R que han sido denunciados por piratear la señal de televisión del operador gallego. Hasta el momento, y en casos similares, ya han sido condenadas 9 personas, que deberán hacer frente a multas de 270 euros cada una.
Lo exiguo de la cantidad a pagar se explica porque las denuncias se interpusieron antes del 1 de octubre del 2004, día en que entró en vigor una reforma del Código Penal que aumentó significativamente las penas por acceder de manera ilícita a la señal de las plataformas digitales, tanto por cable (Ono, R) como por satélite (Digital+). Tal es así, que de haber sido denunciados después de ese momento, los encausados podrían haberse visto en la encrucijada de tener que enfrentarse a penas de hasta 4 años de cárcel y a multas millonarias.
Pero aquí no acaba la cosa, puesto que R ha emitido una nota de prensa en la que deja claro que tiene previsto llevar ante los juzgados a otras 300 personas a las que acusará igualmente de piratería. Con esta nueva estrategia, la compañía pretende dar un golpe de efecto y disminuir significativamente el número de personas que decodifican su señal.
¿Lo conseguirán? No lo tengo nada claro.