En 20 años, Dubái ha pasado de ser una zona desértica a convertirse en una ciudad con una arquitectura futurista, suntuosa y, si se me permite, excesiva. Sus reservas de petróleo y gas primero y la posterior apuesta por el comercio, las actividades empresariales y los servicios financieros han obrado una transformación que salta a la vista.
Con un endeudamiento mastodóntico y una burbuja inmobiliaria que deja a la española en un mero juego de niños, posee algunas de las construcciones más desmesuradas del mundo, entre las que se encuentran el Burj Al Arab, único hotel de 7 estrellas que existe, la Dubai Fountain, la fuente más grande del planeta, las World Islands, unas islas artificiales que representan un mapamundi y, por supuesto, el Burj Khalifa -antes conocido como Burj Dubai- el edificio más alto que ha construido el ser humano.
Este último mastodonte, y el barrio de nueva creación en el que se encuentra, han sido retratados por Gerald Donovan, que el pasado viernes apuntó su cámara hacia este complejo y realizó 2.880 fotografías, a razón de 1 cada 30 segundos, durante 24 horas seguidas. He aquí el vídeo en formato time lapse que ha elaborado a partir de las imágenes obtenidas: