El elefante africano, el mayor mamífero terrestre que existe en la actualidad, engulle una media de 225 kilos de materia vegetal y bebe unos 190 litros de agua al día. Las manadas, dirigidas por la hembra de mayor edad, arrancan matorrales y derriban árboles para alimentarse a su paso, dejando tras de sí, en caso de que el grupo sea numeroso, un paisaje desolador. A cambio, sus defecaciones esparcen las semillas de las plantas por las amplias zonas que recorren jornada tras jornada en busca de comida.
Cuando mueren, sus enormes cuerpos de 7 metros de longitud, 3 metros de altura y entre 4,5 y 7,3 toneladas de peso, se convierten en un opíparo banquete para un amplio abanico de pobladores de la sabana que abarca desde los temidos depredadores hasta diminutos insectos que encuentran en sus vísceras una oportunidad única para saciar su apetito.
Una serie documental de la cadena británica Channel 4 titulada The Elephant: Life after Death, cuyo primer episodio se estrenó ayer, ha recogido con sus cámaras precisamente qué es lo que sucede cuando un ejemplar adulto acaba sus días.
Sirviéndose de un macho de 5.000 Kg que unos cazadores furtivos habían abatido en el Parque Nacional de Tsavo, han colocado su cuerpo sin vida al lado de un paso de agua y han filmado día y noche cómo hienas, leopardos, buitres y escarabajos, entre otros, lo devoraban.
Posteriormente, el equipo del programa ha confeccionado este vídeo en formato time-lapse que recoge en menos de 2 minutos todo el proceso. Es espectacular: