La nueva generación de smartphones Pixel es una realidad. En una presentación virtual, tristemente habitual este año dadas las circunstancias que vivimos, la compañía estadounidense ha desvelado el diseño y las características técnicas del largamente esperado Pixel 5.
El Pixel 5 cuenta con una pantalla de 6 pulgadas que se sitúa a medio camino de las 5,7 pulgadas del Pixel 4 y las 6,3 pulgadas del Pixel 4 XL. La resolución de la misma es de 2340 x 1080 píxeles y tiene una frecuencia de refresco de 90 Hz.
Asimismo, incorpora dos cámaras en la parte trasera, con una cámara principal de 12 megapíxeles y otra con un gran angular de 16 megapíxeles, ideal para realizar fotografías de paisajes y obtener vistas panorámicas.
La batería es de 4080 mAh, lo que supone una mejora considerable respecto al Pixel 4, que sólo tiene 2800 mAh, o el Pixel 4 XL, que se queda en 3700 mAh. El cuerpo está fabricado en aluminio, es resistente al agua, tiene unas dimensiones de 144,7 x 70,4 x 8 milímetros y su peso es de 151 gramos.
El procesador es un Qualcomm Snapdragon 765G con conectividad 5G, 8 GB de memoria RAM y 128 GB de almacenamiento. Google ha escogido este chip en lugar del más potente pero también más caro Snapdragon 865 con el propósito de poder vender el Pixel 5 a un precio más competitivo.
En esta misma línea, ha optado por no incluir el sistema de reconocimiento facial que sí venía en el Pixel 4 del año pasado y lo ha sustituido por un sensor de huellas dactilares situado en la parte trasera del móvil que resulta más barato de producir.
Estas decisiones marcan un cambio de rumbo significativo en la estrategia que Google había seguido desde la aparición de la primera generación del Pixel en el 2016, basada en poner a la venta móviles de gama alta que compitiesen con los terminales de Apple y Samsung.
Tras comprobar año tras año cómo, a igualdad de precio, la mayor parte de la consumidores prefieren comprar un iPhone o un Galaxy S en lugar de un Pixel, Google ha optado por ofrecer ahora el Pixel 5 a un menor coste.
Y es que el nuevo Pixel 5 se va a vender por 699 euros, un precio indudablemente más atractivo para el usuario medio que el del Pixel 4 o el del Pixel 4 XL, que el año pasado se lanzaron a 799 euros y 899 euros respectivamente. En los próximos meses podremos comprobar si esta bajada de precio influye positivamente en las ventas y Google consigue, por fin, las millonarias ventas que lleva años buscando pero que nunca ha conseguido.