Una vulnerabilidad presente en todas las versiones de Internet Explorer y que todavía no ha sido corregida por Microsoft ha sido utilizada para crear un código que tras ser incorporado en una página web causa el cuelgue del navegador y, lo que es peor, podría permitir que un atacante se hiciera con el control del ordenador de la persona que está visitando la página en cuestión.
El fallo de seguridad ha sido calificado como crítico, y hasta que Microsoft no publique un parche de seguridad, la solución temporal pasa por desactivar los controles ActiveX de IE.