El acuerdo suscrito a principios de mes entre Nokia y Microsoft merced al cual Windows Phone se va a convertir en el sistema operativo de referencia de los smartphones de la compañía finlandesa ha hecho correr ríos de tinta, ha provocado el comprensible enfado de los desarrolladores de MeeGo, que ven peligrar sus puestos de trabajo, y ha generado mucha polémica entre los usuarios habituales de blogs y foros dedicados a Symbian, de ahí que los directivos del fabricante se hayan esforzado desde entonces en señalar siempre que han tenido un micrófono delante que van a seguir apoyando este entorno.
El último en hacerlo ha sido Vlasta Berka, director general de la compañía en Singapur, Malasia y Brunei, que durante un acto de presentación en esa región del Nokia E7, un smartphone que posee una pantalla AMOLED de 4 pulgadas, teclado QWERTY físico, cámara de 8 megapíxeles y 16 GB de memoria, ha reiterado que no van a abandonar a su suerte a los millones de clientes que poseen un móvil impulsado por Symbian, a los desarrolladores que han implementado y siguen implementando aplicaciones basadas en este sistema operativo ni a sus socios comerciales.
De hecho, ha remarcado que van a continuar mejorando el sistema operativo y que este año van a introducir 50 novedades que incidirán tanto en el aspecto visual como en el rendimiento del mismo. Algo lógico si tenemos en cuenta que en la actualidad hay unos 200 millones de móviles con Symbian pululando por el mundo y que las previsiones son de que otros 150 millones se vendan en los próximos ejercicios.