El rápido incremento en la temperatura global durante los últimos cincuenta años está provocando que los veranos sean cada vez más calurosos y las olas de calor más frecuentes. Esta semana, sin ir más lejos, se esperan registros récord en buena parte de Europa, Japón y Norteamérica, donde en algunas zonas los termómetros superarán los 40°C.
Nintendo ha reaccionado a esta tesitura emitiendo un comunicado en el que indica que no es recomendable jugar con la Switch cuando se superen los 35°C. La compañía japonesa advierte que si la consola se calienta en exceso puede entrar en modo de espera para proteger sus componentes, de manera que aconseja no jugar cuando las temperaturas sean muy elevadas.
Y es que, de acuerdo a las especificaciones de esta consola, su rango de funcionamiento ideal se sitúa entre los 5°C y los 35°C. En teoría, la Switch no debería dañarse en caso de que alguien la utilice cuando la temperatura ambiente esté ligeramente por encima o debajo de ese margen, pero Nintendo ha preferido cubrirse las espaldas ante lo que pudiera pasar.