Netflix llevaba más de una década ganando millones de suscriptores trimestre tras trimestre sin faltar uno. Pero en el último balance de resultados que se publicó en abril la multinacional del entretenimiento explicó que esa racha había llegado a su fin y que había perdido más de 200.000 suscriptores.
Se trata de una cifra relativamente pequeña si se tiene en cuenta que Netflix cuenta con 220 millones de suscriptores en todo el mundo y es, con diferencia, la plataforma de streaming más popular del momento, pero la noticia ha supuesto un antes y un después en el día a día de la compañía.
Y es que, en lo que llevamos de año, Netflix se ha dejado más de un 70% de su valor en bolsa. Como suele ser habitual en estos casos, desde la dirección de la compañía han reaccionado a esta situación con una oleada de despidos.
Ya en mayo prescindieron de 150 trabajadores y ahora se ha dado a conocer que han echado a 300 personas más. Ello implica que, en el último mes y medio, Netflix ha reducido su plantilla en un 6% como medida para disminuir gastos y contentar a los inversores. Así mismo, han indicado que están explorando la posibilidad de introducir anuncios en los planes de suscripción más económicos a cambio de no aumentar el precio de estos.
¿Será eso suficiente para revertir la situación? No parecen pensar eso los analistas, que prevén que Netflix seguirá perdiendo suscriptores lo que queda de año debido a la competencia de servicios como Disney+ o Amazon Prime Video y a que cada vez hay más gente que considera que sus precios son excesivos.