Lo confieso: me cuesta horrores levantarme por las mañanas. Sí, ya sé que muchos me diréis que eso es normal y que le pasa a todo el mundo, pero no es un consuelo. Con lo bien que se está en la camita, especialmente ahora que nos vamos acercando al invierno…
No os debe extrañar pues que haya dedicado unas cuantas entradas en Abadía a una serie de despertadores que han sido diseñados con bastante mala leche para conseguir que la gente como yo se ponga en pie como un rayo en cuanto oiga sonar la alarma.
Hoy os voy a hablar de un modelo llamado Mr Wake que he encontrado en Make y que ha sido creado por un tal Vadim Ryazanov. Este buen hombre ha cogido su despertador, lo ha metido en un cochecito y ha incorporado un sensor de infrarrojos para detectar los objetos que se aproximan. El propósito es malvado a más no poder: en cuanto el vehículo descubre que algo se acerca, comienza a moverse hacia la dirección contraria
Así, si tratamos de desconectar la alarma medio en sueños extendiendo la mano, el fracaso está asegurado. La única forma efectiva de poner fin al infernal ruido pasa por levantarse, quitarse las legañas de los ojos, desperezarnos, cortar el camino al maldito carricoche y parar el despertador