Gracias al éxito de los iPod, los reproductores portátiles han pasado de ser unos perfectos desconocidos a convertirse en unos dispositivos que gozan de una popularidad enorme entre todo tipo de consumidores.
Ya sea en los teléfonos móviles multimedia actuales o en los gadgets basados en la familia iPod, casi todos disponemos de nuestra propia colección de música que escuchamos cuando nos desplazamos de un sitio a otro. Pero hace unos años las cosas eran, ni que decir tiene, muy diferentes. Mirad sino esta imagen:
Es del MPman F10, el primer reproductor mp3 que apareció en el mercado. Lo hizo en 1998, año en que Altavista, AOL y Napster dominaban, cada uno a su manera, Internet. Y sí, fue por aquél entonces cuando 2 estudiantes de postgrado de Stanford fundaron una empresita que… en fin, hoy en día es bastante conocida: Google.
Bueno, a lo que iba: el MPman F10 fue desarrollado por una firma de Corea del Sur llamada SaeHan Information y contaba con unos más que respetables 32 MB que podían ser ampliados hasta 64 MB enviando el reproductor a los cuarteles de Eiger Labs junto con un bonito cheque de 69 dólares.
Medía 91 mm de altura, 70 mm de anchura y 16,5 mm de grosor y, aunque tuvo unas ventas más que discretas, abrió el camino a lo que luego se ha convertido en un nicho de mercado muy rentable que han aprovechado muchas otras compañías.