Una de las consecuencias más inesperadas de la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft es que está sirviendo para sacar a la luz información confidencial nunca antes publicada acerca del gigante estadounidense. Hace unas semanas, por ejemplo, el regulador antimonopolio de Brasil publicó en su web la documentación que le hizo llegar Microsoft para justificar la compra y demostrar que no posee una posición de dominio en el mercado.
En la misma se incluye un apartado en el que se detallan los ingresos que tiene su división de videojuegos y cuánto genera Game Pass, algo que hasta ese momento no había trascendido nunca públicamente.
Ahora le ha tocado el turno al Competition and Markets Authority, el organismo regulador de la competencia en el Reino Unido, que también ha dado a conocer los documentos que le ha enviado Microsoft para defender esta mastodóntica operación.
En los mismos hay un párrafo en el que se señala que uno de los motivos para realizar esta compra es el de crear una tienda de videojuegos en Android y iOS que utilizaría la marca Xbox y que se apoyaría en el amplio catálogo de videojuegos de Activision Blizzard, que cuenta con títulos tan conocidos como Call of Duty: Mobile o Candy Crush Saga.
La razón por la que Microsoft quiere crear una tienda por separado en lugar de vender sus videojuegos directamente en la App Store de Apple o la Google Play Store es para evitar tener que pagar a estas últimas un porcentaje de cada venta que realice.
Actualmente es posible crear una tienda en Android que funcione aparte de la Google Play Store, pero no sucede lo mismo en iOS, donde Apple mantiene un control férreo sobre su sistema operativo y sólo da la opción a terceras compañías de publicar sus contenidos a través de la App Store.
Cómo conseguirá Microsoft superar este impedimento es una incógnita, pero lo que queda claro es que entre sus planes se encuentra el ganar presencia en el gigantesco mercado de los videojuegos para smartphones apoyándose en el catálogo de Activision Blizzard.