A mediados del año pasado, Microsoft dio a conocer que estaba desarrollando un dispositivo de bajo coste que se podría conectar a la televisión y que permitiría jugar a sus videojuegos por streaming sin que fuese necesario poseer una Xbox.
Ese anuncio generó una expectación considerable, pero los meses fueron pasando y la compañía estadounidense no volvió a hacer mención del mismo en ninguno de los incontables comunicados y notas de prensa que fue publicando.
No ha sido hasta esta semana cuando Phil Spencer, CEO de la división de videojuegos de Microsoft, ha explicado en una entrevista concedida al Wall Street Journal que, efectivamente, estuvieron trabajando en el desarrollo de un equipo de dichas características e incluso ha revelado el nombre interno que tenía: Keystone.
A continuación, ha matizado que el proyecto fue abandonado tiempo atrás y, en su lugar, optaron por implementar una app que se pudiera integrar en los televisores actuales y que hiciera posible jugar por streaming desde los mismos, sin un aparato aparte.
A tal efecto, Spencer ha señalado que en un futuro quizás retomen este proyecto pero que, en todo caso, pasarán años antes de que lancen un producto de tales características. Así mismo, ha reconocido que en una de las fotografías que compartió en su cuenta de Twitter apareció un prototipo de Keystone expuesto en uno de los estantes de su oficina.
La decisión de aparcar, al menos temporalmente, este proyecto se debe a que Microsoft debe pulir todavía la tecnología detrás de Xbox Cloud Gaming, ya que actualmente sólo es capaz de ofrecer videojuegos por streaming a 1080p y 60 fotogramas por segundo como máximo, unas cifras que se sitúan lejos de las que consiguen algunos de sus rivales como GeForce Now o el próximo a desaparecer Google Stadia, ambos compatibles con streamings a 4K.