Project Spartan, y no Internet Explorer 11, será el navegador por defecto en Windows 10. Así lo ha anunciado Microsoft en un encuentro que ha mantenido hoy con desarrolladores web en el que ha remarcado que Spartan utilizará en exclusiva un nuevo motor de renderizado que ofrecerá un rendimiento superior al que incorpora IE.
Internet Explorer 11, por su parte, no sufrirá cambios fundamentales en sus características y prestaciones y se utilizará únicamente, por motivos de compatibilidad, para visualizar contenidos y servicios antiguos que no hayan sido adaptados a los estándares web actuales.
La empresa estadounidense ha querido dejar claro que su apuesta para el futuro es Spartan, un navegador que sus ingenieros han diseñado desde cero para ofrecer una mejor experiencia de navegación en los sitios que hacen uso de tecnologías de diseño avanzadas, que funciona integrado con el asistente personal Cortana y que permite a los usuarios de dispositivos táctiles tomar notas en las páginas que visitan.
Tal y como puedes ver, Microsoft se ha mostrado hoy extremadamente contundente en su posicionamiento. Mucho más que en otras ocasiones. Su decisión es clarísima: Internet Explorer es el pasado. Un pasado del que se quiere desligar cuanto antes dejando morir una marca que, por su propia negligencia durante años, mucha gente sigue asociando con virus, problemas de seguridad y de privacidad, funcionamiento deficiente y tecnologías anticuadas.