En los últimos 5 años el botnet Rustock ha infectado millones de ordenadores de todo el mundo hasta conformar una extensísima red que su creador ha utilizado para enviar de forma remota miles de millones de correos basura. Su eficiencia era tal que se calcula que cada uno de los terminales que estaban bajo su control podía mandar 25.000 mensajes de spam… ¡cada hora!.
Afortunadamente, los días de gloria de este botnet han llegado a su fin después que hace unos días se haya hecho efectiva una orden judicial que ha ordenado la incautación de decenas de servidores que habían sido alquilados a otras tantas compañías de hosting estadounidenses desde los que el autor de este malware manejaba los ordenadores infectados.
La demanda que ha conducido a este cierre fue presentada en su día por Microsoft, que para acabar con Rustock adujo que en algunos de los correos enviados se utilizaban sin su consentimiento expreso nombres y logotipos de su propiedad.
Sea como fuere, y de acuerdo a la información que manejan diversas compañías de seguridad online, la medida ha sido extremadamente efectiva, dado que la actividad de este botnet, considerado por SecureWorks como la mayor fuente de spam del mundo, ha desaparecido por completo de un día para otro. Es, qué duda cabe, una excelente noticia para todos.