Se venía rumoreando desde hacía días y hoy Mark Zuckerberg lo ha hecho oficial: Meta va a despedir durante los dos próximos meses a 10.000 empleados más y va a dejar sin cubrir 5.000 plazas para las que inicialmente estaba previsto contratar a nuevos profesionales.
Además, se van a cancelar proyectos que se consideren poco prioritarios y se va a poner especial énfasis en mejorar la productividad de sus desarrolladores y de los procesos que se siguen en la implementación de sus proyectos.
Para conseguirlo, apunta Zuckerberg, van a invertir en herramientas que los hagan más eficaces, que les ayuden a automatizar cargas de trabajo, que identifiquen procesos obsoletos que se puedan eliminar gradualmente o que permitan a sus ingenieros escribir mejor código en menos tiempo.
Con estas decisiones, el fundador y máximo accionista de Meta confía en que mejorará la situación financiera de Meta en el que califica como Año de la Eficiencia. Un ejercicio en el que la prioridad número uno está siendo la de mejorar el balance económico de la compañía, que en el transcurso del último año ha caído en picado al tiempo que también lo han hecho sus beneficios.
La consecución de este objetivo se ha cobrado, hasta el momento, más de 20.000 puestos de trabajo, ya que a los 10.000 despidos anunciados hoy hay que sumar los más de 11.000 que se produjeron en noviembre. En total, Meta ha dejado de contar con los servicios del 27,6% de su plantilla en menos de medio año y, en caso de que los resultados no mejoren, quién sabe si no se producirá alguna reducción adicional antes de que acabe 2023.
FOTOGRAFÍA: THOUGHT CATALOG