Microsoft ha actualizado las herramientas de desarrollo para sus consolas y permitirá que, de ahora en adelante, los programadores utilicen más memoria RAM en los videojuegos para la Xbox Series S. Se trata de una mejora que los estudios hace tiempo que venían reclamando para mejorar el rendimiento de sus títulos en esta pequeña consola y que finalmente ha sido atendida.
La Xbox Series S dispone de 10 GB de RAM, pero hasta el momento sólo se podían utilizar 8 GB en los videojuegos, ya que los otros 2 GB estaban reservados para el sistema operativo. Con esta actualización, Microsoft ha liberado «cientos de megabytes» adicionales que darán a los desarrolladores un mayor control sobre la memoria para que puedan mejorar el aspecto gráfico en situaciones en las que previamente no tenían suficiente RAM disponible.
Microsoft ha publicitado la Xbox Series S como una consola con un precio asequible que es capaz de mostrar juegos a resoluciones de hasta 1440p y 120 fotogramas por segundo. Un año y medio después de su lanzamiento, muy pocos videojuegos exhiben tales números. La mayoría se quedan en 1080p y, en el caso de los títulos más exigentes gráficamente, suelen tener dificultades para mantener 30 fps estables.
Esta mejora en el kit de desarrollo pretende abordar esas limitaciones intrínsecas de la Xbox Series S ofreciendo a los estudios una herramienta que les ayude a aumentar el rendimiento, aunque sea solo un poquito, en momentos en los que la carga gráfica causa ralentizaciones. Veremos qué efecto tiene en los videojuegos que se lancen a partir de ahora.