Desde hace muchos años, la práctica totalidad de los artículos que los blogs tecnológicos publican sobre los teléfonos móviles están dedicados a analizar las características, diseños y/o aplicaciones disponibles para smartphones como los iPhone, Samsung Galaxy, Nokia Lumia, HTC One, BlackBerry o LG Optimus.
Son los modelos que más atención suscitan entre los aficionados a las nuevas tecnologías, los que más visitas atraen y los que más dinero mueven. Pero resulta que, contrariamente a lo que podría pensarse, los modelos que más se han vendido hasta ahora en el mundo no han sido los smartphones, sino los teléfonos móviles tradicionales.
Y destaco el hasta ahora porque de acuerdo a un informe presentado por IDC, en el primer trimestre del 2013 se ha producido por primera vez un vuelco y los fabricantes han vendido más unidades de teléfonos inteligentes que de aquellos que incorporan funcionalidades más básicas.
Concretamente, entre enero y marzo de este año los smartphones se han hecho con un 51,6% del mercado, mientras que sus hermanos pequeños se han tenido que conformar con el 48,4% restante. En conjunto, ha sido un buen periodo para las empresas del sector, que a pesar de la crisis económica que afecta a buena parte del planeta, han comercializado 420 millones de unidades, un 4% más que en las mismas fechas del año anterior.
Samsung ha consolidado su posición como mayor fabricante mundial de móviles después de despachar 115 millones en estos 3 meses, lo que supone una subida del 22,9% respecto al 2012. En segunda posición se encuentra Nokia, que ha vendido 61,9 millones (un 25,1% menos que el año precedente), seguida de Apple con 37,4 millones (un 6,6% más que 12 meses antes), LG con 15,4 millones (un 12,4% más) y ZTE con 13,5 millones (un 16,5% menos).