A lo largo de este año la mayoría de fabricantes del sector de la telefonía móvil, con la excepción de Apple, van a sacar al mercado smartphones con pantallas de al menos 5 pulgadas y una resolución de 1080p. Guste o no guste, los terminales han ido aumentando progresivamente de tamaño de un tiempo a esta parte, y no parece que esta tendencia vaya a cambiar a corto plazo.
La razón principal de que empresas como Samsung, HTC o LG, por citar sólo unas cuantas, apuesten de manera tan clara por estos transatlánticos radica en que un porcentaje creciente de los consumidores los prefieren a aquellos modelos que incorporan paneles más pequeños de 4 pulgadas o por debajo.
La empresa de análisis de mercados IHS iSuppli prevé que en el 2013 la venta de este tipo de smartphones se va más que a doblar respecto al 2012, pasando de los 25 millones de unidades que se han distribuido en el año que hemos dejado atrás a más de 60 millones en el presente ejercicio.
Teniendo en cuenta que en todo el mundo se venderán unos 836 millones de smartphones, ello implica que los terminales de mayor tamaño se van a a hacer con el 7% del mercado. Si echamos la vista atrás vemos cómo en el 2012 su cuota apenas si ha llegado al 4%.
Sharp, Samsung, LG Display o Japan Display, una compañía formada a finales del 2011 por Sony, Toshiba e Hitachi tras fusionar sus divisiones encargadas de la producción de LCD, están invirtiendo grandes sumas en mejorar los procesos de fabricación de pantallas de 5 pulgadas en adelante. No son las únicas.
Por el momento este tipo de paneles sólo están presentes en los smartphones de gama alta, pero poco a poco van a ir llegando al resto de terminales que se vayan lanzando al mercado. Los tiempos en que los fabricantes, con Nokia a la cabeza, trataban de reducir con cada nueva generación el tamaño de sus dispositivos, quedó hace mucho atrás. Hoy, así lo ponen de manifiesto los datos, sucede justamente lo contrario.