Apple ha publicado su balance económico del último trimestre, en el que por primera vez en cuatro años han caído tanto sus ingresos como sus beneficios. Concretamente, los ingresos han sido de 117.100 millones de dólares, un 5% menos que en el mismo periodo del año anterior, mientras que los beneficios netos han alcanzado los 29.998 millones de dólares, lo que supone un descenso del 13% interanual.
Detrás de este decrecimiento se encuentran las ventas del iPhone, que se han situado en 65,8 millones de unidades, un 8% menos en relación a los 71,6 millones que se comercializaron doce meses atrás.
Pero los malos resultados no se han limitado a la división de telefonía móvil, puesto que los MacBook, los AirPods y el Apple Watch también han seguido una tendencia negativa respecto a un año atrás. Especialmente preocupante han sido los números de los ordenadores de la compañía, que han caído un 28%. La única familia de dispositivos que ha crecido a nivel comercial ha sido la del iPad, tras mejorar sus ventas en casi un 30%.
Tim Cook, CEO de Apple, ha indicado que sus ingresos se han visto afectados por el difícil entorno macroeconómico a escala global, los problemas asociados con las divisas y las limitaciones en la cadena de suministros a las que han tenido que hacer frente.
En este último caso, el ejecutivo estadounidense ha hecho referencia al cierre que se produjo durante el mes de noviembre en diversas plantas de producción de Foxconn en China debido a la pandemia, un hecho que ocasionó retrasos en los plazos de entrega del iPhone 14 Pro y el iPhone 14 Pro Max y afectó negativamente a las ventas de los mismos.