Apple ha presentado su balance de resultados del periodo comprendido entre el 1 de julio y el 30 de septiembre, en el que ha obtenido unos ingresos de 89.500 millones de dólares, un 1% inferiores a los que consiguió el año pasado por estas mismas fechas. Se trata del cuarto trimestre consecutivo en que disminuyen, algo que no se producía desde tiempos pretéritos.
La eterna popularidad del iPhone y el crecimiento sostenido de su división de servicios no han podido compensar la caída de los Macs y los iPads. La situación es especialmente preocupante en su gama de ordenadores, cuyas ventas han disminuido hasta los 7.600 millones de dólares cuando el año pasado alcanzaron los 11.600 millones de dólares.
Está por ver si el lanzamiento de los nuevos MacBook Pro y iMac con los chips M3 será suficiente para cambiar esta trayectoria tan negativa e impulsar sus ventas en lo que queda de 2023. En cualquier caso, los resultados no se conocerán hasta que Apple haga público su balance del último trimestre, para lo que probablemente habrá que esperar hasta febrero de 2024.
La tendencia en las ventas de los iPads también ha sido descendente, después de que hayan generado unos ingresos de 6.400 millones de dólares cuando en el mismo periodo del año pasado obtuvieron 7.100 millones de dólares. La caída era previsible habida cuenta de que Apple no ha lanzado ninguna actualización a esta familia de tablets en lo que llevamos de año.
Tim Cook, CEO de Apple, ha mostrado su preocupación por los problemas que están experimentando en la cadena de suministro del iPhone 15 Pro y del iPhone 15 Pro Max, que está ralentizando los plazos de entrega. Aún así, se ha mostrado confiado en que a finales de año los solucionarán y alcanzarán un equilibrio entre la oferta y la demanda.
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